Cuando me invitaron al Centro Cultural Recoleta a escuchar esta banda allá por el 2004 más o menos, sinceramente no conocía demasiado de su trayectoria. Creo que por casualidad había bajado algún corte que sonaba muy bien pero no tenía demasiadas expectativas puestas en el show de esa noche. Sin embargo, tengo que decir que la presencia de Colder en el escenario me cautivó totalmente..
Fue, desde lo visual y lo musical, una presentación perfecta para el marco en el que los pude ver y en absoluto fría, Colder intente causar tal vez el efecto contrario.
A los 20 años Nguyen Tan, con una computadora portátil, una guitarra y un bajo prestado, comenzó a producir su propia música. Fue Trevor Jackson quien mas tarde impulsó a Colder a acercarse un poco mas al mercado, y así fue como emprendieron la grabación de un DVD teñido de synths oscuros llevados a lo visual mediante imágenes abstractas, con un electro pop classy que va mutando al hardcore en pocos sonidos, mientras el humo que despiden los cigarrillos que fuma sin parar este chico parisino de mirada enigmática y sensual nublan la visión del espectador.
En su presentación en Buenos Aires tocaron con un baterista que hacía poco tiempo se había incorporado a la banda, y juntos esa noche de primavera, en un pequeño festival al aire libre y por una entrada ridículamente barata para lo que estamos acostumbrados a pagar por shows mas o menos aceptables, Colder logró enamorarme por completo de su música.
Con ritmos entrecortados de influencia postpunk llevados a la actualidad a través de un resplandor limpio, prolijo y moderno, Colder ocupa uno de los lugares preferenciales en la lista de bandas que recomiendo escuchar.
Fue, desde lo visual y lo musical, una presentación perfecta para el marco en el que los pude ver y en absoluto fría, Colder intente causar tal vez el efecto contrario.
A los 20 años Nguyen Tan, con una computadora portátil, una guitarra y un bajo prestado, comenzó a producir su propia música. Fue Trevor Jackson quien mas tarde impulsó a Colder a acercarse un poco mas al mercado, y así fue como emprendieron la grabación de un DVD teñido de synths oscuros llevados a lo visual mediante imágenes abstractas, con un electro pop classy que va mutando al hardcore en pocos sonidos, mientras el humo que despiden los cigarrillos que fuma sin parar este chico parisino de mirada enigmática y sensual nublan la visión del espectador.
En su presentación en Buenos Aires tocaron con un baterista que hacía poco tiempo se había incorporado a la banda, y juntos esa noche de primavera, en un pequeño festival al aire libre y por una entrada ridículamente barata para lo que estamos acostumbrados a pagar por shows mas o menos aceptables, Colder logró enamorarme por completo de su música.
Con ritmos entrecortados de influencia postpunk llevados a la actualidad a través de un resplandor limpio, prolijo y moderno, Colder ocupa uno de los lugares preferenciales en la lista de bandas que recomiendo escuchar.
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