Justin Warfield y Adam Bravin son She Wants Revenge. Un bajo, una guitarra y sintetizadores varios. Basta una brevísima intro en cualquiera de sus shows para que el público comience a bailar descontroladamente. No es para menos. Según sus declaraciones, han creado un álbum en base a lo que ellos mismos disfrutan escuchar. Dicen que su música es una moderna extensión de lo que se oyó a fines de los 70's y durante los 80's, mas definida actualmente como una mezcla de indie, rock y goth. Los stylings vocales de Warfield han sido ligados a los de Ian Curtis de Joy Division y a los de Paul Banks de Interpol pero más allá de las comparaciones que siempre están, Justin tiene algo especial, genuino, y su actitud revela originalidad y talento.
Es imposible enumerar las influencias musicales de She Wants Revenge ya que tanto Warfield como Bravin han oído hasta lo menos escuchable en materia de música según dicen, pero lograron crear, a partir de todo ese conocimiento, un disco increíble. Aparentemente hay bastante amor en sus canciones. Amor, dolor y obviamente sexo. Han compartido escenario con Placebo, entre muchas otras bandas reconocidas.
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