domingo, 11 de julio de 2010

The Boat That Rocked

Richard Curtis, director de este film, fue para quienes no lo conocen, guionista de películas como Notting Hill y Cuatro Bodas y Un Funeral. Pero The Boat That Rocked, en nada se parece a estas comedias románticas clásicas de los noventa. Está colmada de rock, apunta a otro público, y es una historia bastante más divertida y atractiva de ver por su vestuario, ambientación, banda sonora, y porque además, transcurre en medio del océano y eso la hace más disfrutable todavía.
La historia es un tributo a las emisoras piratas de música que funcionaron en Gran Bretaña durante los años sesenta, y produce por como se desarrolla el argumento, una cierta dosis de nostalgia por el swing y el color de aquellos tiempos. En la década del sesenta, la mejor del pop inglés, la BBC sólo emitía dos horas de rock and roll a la semana, pero las radios piratas inundaban el país con rock y pop las veinticuatro horas y veinticinco millones de personas, o sea más de la mitad de la población, las escuchaban día tras día mientras el gobierno intentaba prohibir su transmisión por todos los medios.
La película nos va metiendo en la piel de los dj's que conducen los diferentes programas de la radio, y desde este barco anclado en el mar del Norte, podemos disfrutar de dos horas de comedia y música en las que cada tanto, muy esporádicamente, aparece el drama.
La historia preponderante del film es la de Carl (Tom Sturridge), que es enviado al barco por su madre luego de ser expulsado del colegio, para reconsiderar su existencia en compañía de su padrino Quentin (personaje interpretado por Bill Nighy). Quentin maneja la emisora y está acompañado por un ecléctico grupo encabezado por "El Conde" (Philip Seymour Hoffman), un auténtico ídolo radial enamorado de la música, Dave (Nick Frost), irónico, inteligente y con un cruel sentido del humor; Simon (Chris O’Dowd), un chico amable que busca el amor verdadero; Midnight Mark (Tom Wisdom), enigmático y parco en palabras; Wee Small Hours Bob, especialista en programas de madrugada, música folk y drogas; Thick Kevin (Tom Brooke); On-The-Hour John (Will Adamsdale), el locutor de noticias; y Angus "The Nut" Nutsford (Rhys Darby), el hombre más pesado de Gran Bretaña. El guión está perfectamente estructurado y al menos a mí, por su ritmo, estética y calidad en los diálogos, me recordó mucho a The Life Aquatic With Steve Zissou de Wes Anderson, con mucha menos genialidad, claro, pero atractiva igualmente. El director alterna cortas secuencias entre las incansables gestiones del gobierno para prohibir la emisora, las divertidas situaciones que tienen lugar en el barco, y algunas imágenes rápidas de los oyentes de la radio disfrutando de la genial selección de música de estos locos fanáticos del rock. La escena final (por lo que aconsejo que la vean toda, si van a verla) es realmente buenísima, y le da a este film que no ha tenido muy gratas críticas pero a mi me gustó bastante, un aire de ejercicio revisionista del cine pop.

No hay comentarios: