domingo, 11 de julio de 2010

Riget (El Reino)




Esta nota, como todas las que suelo publicar en el blog, es otra mezcla de reseña, relevamiento, análisis, que no busca perseguir el afán siquiera, de convertirse en una crítica cinematográfica. Creo que podría describir este ejercicio que cada tanto, me dan ganas de hacer, como el fruto de la compulsión que siento de vez en cuando de conversar sobre una película que vi y me impactó, o de un libro que leí y me gustó, o de la música de una banda que me provocó algo nuevo. Que se yo, a mí me pasa eso: cuando veo una peli, una serie, o escucho algo que me llega en serio, me agarra una cierta necesidad de conversar sobre lo que vi u oí, buscar material, cosas que me ayuden a conocer un poco más, a, de algún modo, apropiarme de eso que tanto efecto me hizo.
El Reino fue, originalmente, una miniserie para televisión en cuatro episodios, y es una de esas series que cuando uno lee en una entrevista que el realizador (en este caso Lars Von Trier), filmó ante la necesidad de ganar unos pesos, provoca inevitablemente un poco de envidia.
La historia es realmente buenísima, derrocha rareza, y se vuelve minuto a minuto, más y más escalofriante. Creo que está bastante afectada por ese terremoto que fue Twin Peaks (1990, David Lynch), pero con El Reino, Lars Von Trier suma un poroto a su favor logrando convertir esta creación en una miniserie de culto.
Es una historia cargadísima, que no se detiene nunca, fuerte visualmente y muy fuerte de contenido. Se sacude con violencia y naturalidad entre el naturalismo más feroz, entre el terror, el drama y la comedia, y suma sorpresas con una intensidad que la hace única.
En 2004, la televisión yanqui estrenó una versión adaptada por Stephen King (Stephen King´s Kingdom Hospital, tuvieron el tupé de llamarla los muy caraduras). Habría que verla para poder criticarla o recomendarla, pero la verdad, no me dieron ganas.


Riget 1:

Riget es un hospital de alta tecnología ubicado en una zona donde siglos atrás solo había pantanos. Allí, a la manera de las clásicas series yanquis de hospitales, médicos y pacientes llevan adelante sus vidas cotidianas con las maravillas y las dificultades que eso implica. Quien cuenta la historia, como decía antes, es un Lars von Trier muy influenciado por Twin Peaks... así que el resultado es un viaje violento en el que se cruzan los espíritus, el drama humano, el suspenso y el sentido del humor más descarnado y nihilista. Esta primera parte de la miniserie es un relato coral atravesado por una línea argumental básica que lo transita todo. Hay una fuerte interacción entre los personajes que pondrán en juego, a través de sus pasiones, pulsiones e intenciones, una serie de conflictos con un crescendo permanente. Y que encarnaran, a su vez, uno de los conflictos básicos planteado por la historia, aquél que enfrenta al espíritu y la materia.

Riget 2.

Parece que en un comienzo Lars von Trier no tenía intenciones de dirigir esta segunda parte de la serie, sino que pensaba dejar ese rubro en manos del co-director de la primera. Pero al tener finalizado el guión, cambió de idea. Para éste prescindió de uno de los tres guionistas de la primera, por lo que quedaron solo él y Niels Vørsel, con quien escribió su primera trilogía, aparte de estas dos miniseries. Luego, la intención de filmar más o menos rápido una tercera parte se malogró por la muerte de dos de sus actores, tal vez los personajes más potentes: Stig Helmer y la señora Drusse. Igualmente, pensando en los finales, resulta extraño esto. Porque en el final de la primera (que no pensaba continuar), impresionante por donde se lo mire, quedaban todas las líneas abiertas. Mientras que en el de la segunda, si bien quedan cosas a seguir, muchas otras se cierran claramente.

Hay mucho para decir de Riget. Muchísimos personajes, muchísimas secuencias, y una infinidad de detalles que solo pueden disfrutarse viendo la serie. Intentaré acercarles los links para que puedan verla completa, pero por ahora llegó el momento de despedirme.
Volviendo a lo que decía al principio, y a la ambigüedad que se me presenta al pensar en la dudosa utilidad de las notas de esta naturaleza, agregaría que quizás además de ser inútil, no lo es tanto. En primer lugar porque ya sabemos, a esta altura, que hay gente para todo, (como por ejemplo yo misma). Y en segundo lugar, porque realmente para los que nos gusta tanto el cine, hay pocas cosas tan buenas como encontrar unas líneas con las que conversar acerca de una película, o en este caso una gran miniserie, que nos haya impactado.

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